Una de las preguntas más antiguas de la humanidad es si habrá algo después de la muerte. ¿Qué pasa cuando nos morimos? ¿Hay algo más o se acabó? Para contestarla hemos creado mitos, dioses, religiones y teorías científicas. Todo vale para explicar lo, hasta ahora, inexplicable.
Por supuesto, estas preguntas han llegado al teatro, al cine o la literatura. Una de las series más exitosas de los últimos años, Black Mirror, teoriza sobre la posibilidad de crear un tipo de Inteligencia Artificial que permita el contacto con nuestros seres queridos una vez hayamos muerto. En El País Retina han preguntado a la directora de Idein, Elisa Sánchez, cómo afectaría este tipo de tecnología a las personas que nos quedamos en el mundo de los vivos.
Algo que no podemos dejar de lado es cómo afecta esto a las personas que se quedan echando de menos y se ven obligadas a pasar por el duelo de la pérdida. «Creo que tener una herramienta de este tipo puede ayudar a quienes, por ejemplo, se queden estancados en la fase de tristeza», explica la psicóloga Elisa Sánchez. «Podrían tener la motivación de revivir las emociones positivas que les generaba el contacto con su persona querida y eso puede llevarles a la fase de aceptación, en la que se integra la pérdida, se aprende vivir con el recuerdo positivo y se asume la ausencia», añade.
Pero aunque pueda tener cierta utilidad, puede volverse en contra si la persona se niega a aceptar que su familiar ha muerto. «Cada fase del duelo es necesaria y no es bueno evitarlas o gestionarlas de forma rápida», continúa Sánchez. «Si quien atraviesa este proceso se queda enganchado al chat y no elabora el duelo, viviendo en la fantasía paralela de que esa persona sigue ahí, puede resultar muy problemático».
Para leer el artículo completo de Victoria S. Nadal y Olivia L. Bueno en El País Retina, pincha en este enlace.