El Coronavirus COVID-19 nos ha afectado a todos los niveles de la sociedad. Más allá, incluso, del duro golpe humano que está suponiendo para miles de familias. El confinamiento, necesario para frenar el contagio, ha cambiado a lo largo de muchos días un gran número de hábitos. El aislamiento social nos está haciendo depender de la tecnología todavía más, ya que es la única forma que tenemos para comunicarnos con familiares y amigos. Además, muchos de nosotros estamos descubriendo algo que otros ya llevaban tiempo reclamando: el teletrabajo. Quedarse en casa no está siendo un sinónimo de vacaciones. Porque trabajar desde casa, es posible.
Cuando todo esto acabe, cuando hayamos superado el Coronavirus, toda la sociedad habrá cambiado. De una manera o de otra. Quizás nos dejemos de saludar con dos besos, las grandes aglomeraciones se vean reducidas, las tiendas físicas dejen paso a las digitales o la manera de trabajar varíe, apostando decididamente por el teletrabajo. Para hablar de todo ello, en el grupo Vocento han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez.
Donde la huella será profunda es en las relaciones laborales. Después de la Educación, han sido las primeras en verse afectadas: desde el detalle de prohibir reuniones de más de 10 personas hasta asumir por decreto el teletrabajo. Elisa Sánchez, psicóloga experta en Salud Laboral, reflexiona sobre la prevención en los centros de trabajo: «Hasta ahora ha sido habitual ir a trabajar con fiebre aun a riesgo de contagiar a los demás. ¿Seguiremos haciéndolo?» Tras el coronavirus, cree que no. «Había prevalecido el criterio de productividad sobre el de salud», apunta la experta, quien vaticina un cambio que hará que «el cuidado de la salud física y psicológica será la prioridad».
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