Pasamos tanto tiempo con nuestros compañeros del trabajo que no es raro que surjan roces y amistades. Y también es frecuente que se formen relaciones sentimentales en el ámbito laboral. Pero, ¿Qué pasa si estas relaciones no se dan entre compañeros con un mismo nivel laboral? ¿Puedes tener una relación con tu superior? ¿Se puede ‘echar la bronca’ a alguien con el que mantienes una relación?.
El CEO de Intel ha sido cesado por mantener una relación con una subordinada. Desde el diario económico Cinco Días han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez, que aboga por no tomar medidas tan extremas para los superiores que mantienen relaciones con los empleados.
Para la directora de Idein y psicóloga experta en salud laboral de los recursos humanos, Elisa Sánchez, “un aspecto importante es diferenciar la relación jerárquica entre los dos miembros de la pareja, ya que hay veces que puede resultar complicado decirle que no al jefe”. Para ella, el escalafón es muy importante en este tipo de cuestiones. Cuando el noviazgo se produce entre un subordinado y un superior, “se puede generar malestar entre el resto del equipo, ya que estos pueden ver que se beneficia a determinada persona con las decisiones o sentirse incómodos a la hora de hacer comentarios que antes sí harían sobre el jefe”, puntualiza Sánchez. Por su parte, la experta considera que en el caso de las relaciones horizontales, los problemas comienzan cuando la relación se termina. “Se crea malestar en el entono porque el resto se posiciona con alguna de las dos partes”, justifica (…) Así, es aceptable recurrir a otras medidas más suaves e intermedias, “como que una de las personas de la pareja cambie de sede social, de departamento, de horario o de jefe. Y que decisiones como la promoción interna o el aumento de sueldo de una de las partes, sean tomadas por otros directivos, sin que la pareja intervenga”, recomienda Rodríguez. Por su parte, Elisa Sánchez reivindica que es prácticamente imposible que este tipo de situaciones no se produzcan, “ya que pasamos casi más tiempo en el trabajo que fuera de él”, al tiempo que señala que estos vínculos no tienen porqué ser negativos. “Hay parejas que son socios o compañeros y funciona todo bien”.
Puedes leer el artículo completo de Ana Muñoz Vita y Pablo Sempere en Cinco Días pinchando en este enlace.