En estas semanas previas a la Navidad, inmersos en el ‘Black Friday’, tendemos a realizar muchas compras. Tal vez demasiadas. Regalos, caprichos y objetos necesarios. Nos lanzamos a buscar las mejores ofertas y corremos el riesgo de acabar con un agujero en nuestra cuenta corriente. Por eso, antes de lanzarse a esta espiral consumista, hay que hacerse una pregunta: ¿Gastas lo que de verdad necesitas?
Para realizar unas compras conscientes y con cabeza, en la web Estar donde estés del Banco Sabadell han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez.
Las necesidades financieras y las motivaciones de ahorro pueden organizarse teniendo en cuenta las prioridades de esta teoría. “Lo más importante es ser conscientes de en qué gastamos el dinero”, explica la psicóloga Elisa Sánchez, directora de Idein y profesora de Psicología Económica en la Universidad a Distancia de Madrid. “¿Realmente me compro esa vivienda o ese coche por una necesidad de seguridad o es por reconocimiento?, ¿el abrigo que me quiero comprar es para la necesidad fisiológica de no pasar frío o es para sentirme afiliada a un grupo concreto?”, pone como ejemplos la experta.A menudo invertimos mucho tiempo y recursos en conseguir objetos que pensamos que son de primera necesidad y que podrían, por lo tanto, englobarse en las primeras fases de la pirámide de Maslow. Sin embargo, realmente lo hacemos para lograr afiliación a un grupo en concreto o reconocimiento, lo que se corresponde a la tercera y cuarta fases de la pirámide.
“La segunda pregunta que podríamos hacernos para ahorrar sería: ¿Hay otra opción para cubrir esta necesidad que conlleve menos gasto?”, añade la psicóloga. Analizamos a continuación cómo es posible jerarquizar la prioridad de ahorro teniendo en cuenta la Pirámide de Maslow.
Los gastos más prioritarios
“En el primer escalón de la pirámide, algunas de las necesidades son gratuitas, como respirar o dormir, y otras son de presupuesto bajo, como la alimentación o la ropa para abrigarse”, señala Elisa Sánchez. “Lo que ocurre es que a veces se considera que ir a un restaurante de lujo o comprar unas zapatillas de moda son necesidades de este tipo, cuando tal y como ya hemos comentado pueden ser del nivel de afiliación o reconocimiento”.
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