Hay veces que crearnos un ‘alter ego’ puede hacernos ver otras perspectivas de una misma situación. Estas técnicas de externalización pueden darnos un espacio extra para afrontar una situación que nos preocupe de una manera más racional y ayudarnos así a controlar la ansiedad, a modificar nuestra relación con las emociones o para hacer que nuestro autocontrol sea mayor.
En Welcome to the jungle han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez, para hablar sobre las utilidades del uso de ‘alter ego’ para mejorar nuestro trabajo.
La premisa en la que se basa esta técnica no es nueva. Seguro que has oído alguna vez aquello de Fake it until you make it o el mito de la profecía autocumplida. Para Elisa Sánchez, todas estas creencias están relacionadas e incluso se pueden encontrar paralelismos en la psicología tradicional, como el efecto Rosenthal (aplicado a entornos educativos). Básicamente, todas ellas se asientan en la premisa de “si pensamos que nos vamos a caer, probablemente nos acabaremos cayendo; sin embargo si pensamos que algo nos saldrá bien tenemos más probabilidades de que así sea”. En este sentido, la experta considera que al crearnos un personaje estamos depositando unas expectativas positivas en nosotros mismos que, en efecto, pueden ayudar a que se cumplan más fácilmente nuestros objetivos.
Y aunque Sánchez advierte que estas técnicas no son aptas para todo el mundo, ya que en algunos casos pueden derivar en problemas de disociación, sí que existen unos perfiles determinados que pueden beneficiarse de este tipo externalización:
- Las personas muy tímidas que se paralizan al enfrentarse a acciones determinadas, como hablar en público o realizar una conferencia.
- Los profesionales que tengan que ejercer en su puesto laboral un rol muy diferente a su vida privada.
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