Gracias en parte a las nuevas tecnologías, cada vez existen más formas diferentes de realizar una actividad laboral. La jornada continua, el teletrabajo, las reuniones a través de vídeo… Cada vez se realiza un trabajo más efectivo, con reducción de ‘tiempos muertos’ como los desplazamientos o la reducción de la duración de muchas tareas debido a la informatización. Pero esta optimización casi nunca se traduce en una reducción efectiva de la jornada laboral. Es decir, somos más efectivos, tenemos más medios para tardar menos en realizar el mismo trabajo, pero pasamos más horas en la oficina. Pero según varios estudios esto puede ser contraproducente y abogan tanto por una reducción de las horas de trabajo como por quitarle un día a la tradicional semana de 5 días. Pero… ¿sería posible una semana laboral de cuatro días?
En un artículo realizado por Colpisa han contado con la directora de Idein, Elisa Sánchez, para explicar los beneficios de recortar la jornada laboral. Uno de los argumentos más usados es la informatización y robotización del proceso.
El otro argumento utilizado hoy para que algunas empresas hayan puesto en práctica la jornada de cuatro días a la semana, o sindicatos como UGT lo hayan ya planteado, es que a mayor descanso más productividad. Para Elisa Sánchez, coordinadora del grupo de salud laboral del Colegio de Psicología de Madrid y directora de Idein, esta relación está muy demostrada. «Cuanto más cansados, más riesgo de errores y accidentes existe y la calidad del trabajo se resiente», recuerda. Y por supuesto también repercute en el clima laboral. «Cuando estoy cansada tengo menos ganas de trabajar en equipo, de se colaborativa… Solo tengo ganas de irme», valora. Qué hacemos con ese tiempo libre, como sucediera en el siglo pasado con la afición a la taberna, es el debate que vuelve a abrirse. «Hay que desconectar del trabajo, sí. Pero lo malo es que apostamos por un ocio que nos desconecta de nosotros mismos. Lo llenamos tanto (maratones, gimnasio, excursiones, viajes, etc.) que no descansamos ni física ni mentalmente», recuerda la especialista. Y se corre el riesgo de ni cuidarse ni cuidar a la familia y a los amigos, siendo esto uno de los grandes objetivos de la reuducción del tiempo de trabajo, ya sea organizado en cuatro días de trabajo y tres de descanso, o en jornadas diarias más cortas.
Puedes leer el artículo de Rocío Mendoza para los periódicos de Colpisa pinchando en este enlace.