Todo el mundo se ha encontrado con una vieja amistad a la que hacía años que no veía. Después de la alegría inicial y de preguntar qué tal va todo, hay veces que surge la típica propuesta: «Oye, podríamos tomar algo». Si nos apetece, no pasa nada. Pero… ¿Cómo se reacciona a estas proposiciones cuando sentimos que no nos une nada con esa persona y no queremos quedar?
Para enseñarnos a reaccionar a estos «A ver si nos vemos», en El Correo han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez.
«Pues no lo diga así, sugiere Elisa Sánchez, psicóloga y directora de la asesoría Idein. Nos sitúa en el supuesto de dos amigas de la universidad que se encuentran por la calle quince años después de haber terminado la carrera. Es la primera vez que se ven en ese tiempo y una hace la propuesta: «Tenemos que quedar». «Si a ti no te apetece, puedes decir: ‘¡Qué buenos recuerdos. Lo pasábamos francamente bien esos años. Pero en este momento de mi vida veo complicado que nos veamos pronto. Además, vivimos a cuarento kiómetros y eso lo complica'».
-¿No es ser un poco borde?
-No, es ser asertivo. Tenemos falta de asertividad. Queremos agradar, caer bien, necesitamos la aprobación de los demás. Y enseguida nos apuntamos: ‘Sí, sí, claro, quedamos’ aunque no tengamos la menor intención. Eso es ser un ‘bienqueda’. Otras veces no es tanto el miedo a quedar mal como que presentamos un ‘sesgo optimista’. «Hay gente que se apunta a todo, en ese momento de euforia lo ven factible porque son personas muy optimistas. No es realista, no piensa que tiene dos hijos que le dejan poco tiempo libre, que va a ser difícil cuadrar con su pareja ese día libre… Igual que cuando bebes y estás eufórico con tus amigos, o cuando haces deporte y estás tan enérgico que crees que puedes con todo…», advierte Elisa Sánchez.
Puedes leer el artículo completo de Yolanda Veiga en El Correo pinchando en este enlace.