Durante el último año cada vez más gente ha probado el teletrabajo, algo que en ciertos sectores era algo muy habitual pero que en otros es una opción que apenas se está empezando a explorar. Pero pese a que en muchos lugares el teletrabajo haya llegado para quedarse, en otros cada vez está más cerca la vuelta a una normalidad consistente en la presencialidad. Pero esta vuelta no está siguiendo un calendario unificado y sí sufriendo muchos vaivenes. ¿Cuándo ocurrirá esta vuelta a las oficinas? ¿Qué consecuencias tiene esa desorganización?
En Cinco Días han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez, para saber más sobre eso.
Esta (des)organización, sin embargo, no es la ideal para la psicóloga y directora de la consultora Idein, Elisa Sánchez, quien defiende un retorno muy bien planificado. “Es mejor poner plazos largos que estar retrasándolos cada 15 días como sucedió con el primer confinamiento. Esto último supone un desgaste mucho mayor porque genera unas expectativas y tener que volver a cambiarlas es peor. Si no se tiene claro cuándo se podrá volver, es mejor fijar objetivos largos”, justifica la experta.
Un aspecto que afecta especialmente a aquellas personas con altos niveles de ansiedad o con una gran necesidad de control, quienes, en cualquier caso, deberán tratar de adquirir esas competencias para enfrentarse al futuro, más allá de la pandemia. “Hay personas que son menos flexibles ante los cambios y les cuesta adaptarse ante los imprevistos. Son aquellos a los que les ha costado mucho adaptarse al teletrabajo, pero ahora no quieren volver. Lo hemos visto también durante las vacaciones, a los que más les cuesta desconectar son también los que más sufren a la vuelta”, expone Sánchez.
La migración del modelo presencial al teletrabajo tuvo que hacerse a la fuerza, de un día para otro y prácticamente sin formación para ello, como consecuencia del crecimiento exponencial de los casos de coronavirus. Ahora, el regreso brinda una nueva oportunidad para hacer las cosas mejor, con orden y sentido lógico. “Algunas empresas están adaptando los protocolos de incorporación que tenían para bajas de larga duración para crear protocolos de retorno”, continúa la responsable de Idein. Unos programas que incluyen aspectos como un tiempo de aproximación, mentorías, encuentros para ponerse al día…, con el objetivo de que la vuelta no sea traumática.
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