La depresión posvacacional es algo que afecta a un amplio sector de la población. Año tras año llegan estas fechas y un gran número de trabajadores y trabajadoras la comienzan a percibir. Este año se agudiza todavía más por la situación sanitaria que vivimos.
En El Confidencial han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez, para conocer cómo nos afecta la depresión posvacacional en situación de pandemia.
«Hay más preocupación que otros años«, reconoce Elisa Sánchez, psicóloga del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (COP) a El Confidencial. «Además, este verano ha sido muy especial y anómalo, ya que a pesar de haber contado con tiempo para descansar y relajarse, muchas personas no han podido hacerlo realmente, al no realizar los viajes a los que estaban acostumbradas en otros años o tener muy presente todo lo sucedido con la pandemia desde marzo».
Este es precisamente uno de los rasgos que pueden agravar esa vuelta a la rutina. «Muchas personas han tenido que enfrentarse bien a la vida después del confinamiento o bien a procesos de duelo al verse afectados directamente por la pandemia», recalca la psicóloga. «También existe la preocupación de perder el trabajo o no poder subsistir económicamente, sumado al miedo de que haya un segundo encierro o un gran rebrote». Por todo ello, este año, los síntomas de depresión posvacacional se agravan al contar con un contexto de tanta incertidumbre y preocupación por el futuro más inmediato.
Dos vertientes
Para Sánchez, hay dos vertientes en las cuales se manifiesta el síndrome de depresión posvacacional. Una de ellas es la que tiene rasgos depresivos, y por tanto, «tristeza o nostalgia de ese tiempo en el que no había nada que hacer ni estabas sumido en la rutina», La otra se refiere a un perfil mucho más ansioso. «Hay personas que tienden a anticipar todo muchísimo, y eso les lleva a sentir preocupación por problemas que todavía no están ahí, pero que creen que deben resolver ya. Entonces, experimentan sentimientos de ansiedad», explica. «Los otros, los que sienten tristeza o nostalgia, se sentirán más apáticos, les costará adaptarse a su nuevo ritmo».
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