Aceptar las críticas es algo muy difícil. Cuando alguien dice algo que hacemos mal, es posible que nos lo tomemos como un ataque y no como algo que nos puede hacer mejorar. Una crítica constructiva puede ser tremendamente positiva en nuestro trabajo, ya que es algo que, si lo sabemos aceptar, nos puede hacer mejorar.
Para hablar sobre las críticas constructivas y aprender a aceptarlas. em Welcome to the jungle han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez.
Para Elisa Sánchez, psicóloga laboral experta en coaching, existen varios factores que hacen que no encajemos las críticas en el trabajo con deportividad:
- Nuestro nivel de autoestima. “Cuando tienes una autoestima sana, te valoras y te respetas, eres capaz de entender lo que te están diciendo sin sentirte atacado ni responder con agresividad. En cambio, cuando tienes una autoestima baja, las críticas pueden descolocarte y tiendes a reaccionar mal”, afirma la experta.
- Quién nos hace la crítica. Según comenta la psicóloga, no recibiremos de igual manera la crítica de alguien a quien admiramos profesionalmente que la de un compañero al que no tenemos en buena consideración. La primera tendrá un mayor impacto negativo que la segunda.
- Confusión entre el “hacer” con el “ser”. “Cuando caemos en el error de identificar nuestro trabajo con nuestra persona, cualquier pequeña crítica hará tambalear los cimientos de nuestra identidad”, advierte.
- Foco en los resultados y no en los procesos. Quienes concentran su idea de “éxito” únicamente en el resultado final son menos receptivos a la hora de recibir críticas, porque concluyen que se critica su trabajo entero, y no solo una parte o un detalle.
- Elevada tendencia a la autoexigencia, ya que cualquier crítica será tomada como un fracaso que puede generar enfado, parálisis y ansiedad.
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