La multitarea es, básicamente, hacer muchas cosas a la vez. Y cuando estamos trabajando, aunque no nos demos cuenta, lo hacemos. Recibir una llamada, abrir un correo o responder a una duda de un compañero hace que nuestro trabajo sea menos productivo. Evidentemente, no vamos a hacer una cosa al 100% si estamos pendientes de otras muchas. Pero, hoy en día, es prácticamente imposible aislarse y no ser ‘molestado’ para poder trabajar y rendir a tope.
Podemos realizar varias tareas a la vez si éstas requieren procesos cerebrales distintos. Es decir, no seremos menos efectivos si atendemos la llamada de un cliente mientras vamos caminando por la calle a una reunión. Un trabajador invierte el 40% de sus horas más productivas en hacer varias cosas a la vez, según un estudio de Rescue Time.
La directora de Idein, Elisa Sánchez, explica en este reportaje de El País Retina por qué el ‘modo multitarea’ es menos efectivo.
“Si ambas actividades requieren nuestra atención, no somos capaces de rendir lo suficiente”, observa la psicóloga laboral Elisa Sánchez. “Si nos interrumpen cuando realizamos procesos cognitivos complejos, como los que implica el análisis y la resolución creativa de un problema, nos va a costar mucho recuperar la atención” (…) “Es recomendable cerrar el email mientras trabajamos y abrirlo en dos o tres franjas horarias”, defiende Sánchez. “Tenemos que entender que, en la mayoría de los casos, no tenemos que estar disponibles las 24 horas del día”. El correo electrónico nos quita una parte importante de nuestro tiempo, aproximadamente el 28% del que pasamos en la oficina, de acuerdo a un informe de la consultora McKinsey. En definitiva, si atendemos a los datos de RescueTime, apenas pasamos una hora y cuarto al día trabajando con el foco puesto en una sola tarea y plenamente concentrados.
«Casi nadie termina un informe en su horario de oficina”, concluye la psicóloga. “Solemos terminarlos mientras viajamos, en casa o en nuestro lugar de trabajo después de nuestra hora de salida”. Para colmo, trabajar en espacios abiertos puede conllevar una distracción adicional. “En culturas en las que el volumen de voz es más bajo, puede funcionar, pero en países como España, donde acostumbramos a hablar más alto, puede disminuir nuestra productividad”. En este sentido, el teletrabajo representa una solución efectiva para muchas personas, que ven cómo ahuyentar las distracciones de la oficina incrementa considerablemente su eficiencia.
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