Uno de los grandes enigmas recogidos por la ciencia ficción es si las máquinas nos acabarán suplantando. Es decir, si las máquinas podrán pensar por sí mismas o tener sentimientos. Y por ahí puede ir el gran reto de la ciencia y la tecnología para los próximos años. Conseguir que las máquinas se adapten a nosotros también en la empatía.
¿Qué es la empatía? Elisa Sánchez, la directora de Idein, lo explica en El País Retina.
Por acotar lo que entendemos por empatía, Elisa Sánchez, psicóloga laboral, lo explica como conectar con una persona, con su punto de vista y sus sentimientos. En su opinión, la tecnología no ha puesto en entredicho este sentimiento. Es más, según comenta, existen diferentes apps que ayudan a mejorar la comprensión de lo ajeno. “Los canales de comunicación, herramientas y códigos son diferentes. Actualmente, la información tal vez sea más visual y menos de contacto físico, por eso requiere que desarrollemos otras habilidades para escuchar de forma más empática”, argumenta (…) En estos ambientes laborales, en los que convivimos con máquinas, algoritmos y grupos humanos muy heterogéneos, situarnos en la piel del otro, apela Sánchez, es indispensable. Tal y como se desliza de sus palabras, estamos ante un momento en el que, para captar las emociones, puede resultar más importante el tono o la velocidad de habla que las propias frases que uno formule. “Nos hará ser más comprensivos, flexibles y adaptables a una realidad que cambia a un ritmo vertiginoso, por mucho que queramos tener el control de las situaciones. Si no empatizamos, se puede convertir en un punto de conflicto”, resume.
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