Para mucha gente el 2020 está resultando muy duro. Más de lo habitual. Y, teniendo en cuenta todas las normativas de seguridad, muchos trabajadores y trabajadoras desean unos días de vacaciones, alejados del repetitivo día a día. Porque pese a que el teletrabajo haya llegado en muchos ámbitos, sigue siendo trabajo y no descanso. Y para mucha gente, el trabajar desde casa ha conllevado más horas y una mayor carga laboral y personal. Pero… ¿Cómo son las vacaciones en la nueva normalidad?
Para hablar de las vacaciones de la ‘nueva normalidad’ y de su necesidad, en El Economista han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez, que ha dado su punto de vista en este artículo.
En esas circunstancias tan extraordinarias, es inevitable que las personas se plateen el receso veraniego de una manera distinta a otros años. También desde un punto de vista emocional. «Las situaciones extremas o imprevistas potencian los miedos internos» explica Elisa Sánchez, directora de Idein. Algo que, continúa esta psicóloga, provoca dos tipos de reacciones extremas en relación a las vacaciones. «Están las personas que, ante una situación que no controlan como esta, pierden también ellas el control y deciden que hay que darlo todo en las vacaciones y tirar la casa por la ventana. Y están aquellas otras más prudentes que ponen el foco en aquello que sí pueden controlar, y en vacaciones se quedan en casa, se van al pueblo o allí donde se sientan más seguras».
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Además, remarca Elisa Sánchez, «todos necesitamos un respiro, una pausa, un oasis para recuperarnos de todo lo que ha pasado. Es necesario desconectar, descansar, relajarse, divertirse, compartir… En especial cuando las informaciones que nos llegan son de que pueden volver a producirse situaciones similares en octubre».
Puedes leer el artículo completo de Ramón Oliver en El Economista pinchando en este enlace.