Mucha gente, en el trabajo, traba relaciones de amistad. Son muchas horas juntos y pueden surgir temas en común, conversaciones y risas que hacen que de una relación de compañerismo se pase a una de amistad. También puede darse el caso de que se creen relaciones sentimentales. Casi todo el mundo conoce a alguna pareja surgida en mitad de la rutina laboral. Pero, de la misma manera que se conoce a gente que impacta en nuestra vida de una manera positiva, otra llega a nuestro día a día y nos gustaría que nunca lo hubiera hecho. Compañeros y compañeras que, al estar con ellos, sentimos que nos chupan la vida, que nos quitan energía y que nos transmiten emociones desagradables. Gente con la que, después de mantener una conversación, notamos que la química es de todo menos positiva. Estas relaciones tóxicas, que muchas veces pensamos que son inevitables, se pueden terminar. Aunque nos parezca algo imposible.
Para hablar de ello, en Cuídate Plus han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez, que ha dado las claves para acabar con las relaciones tóxicas en el trabajo.
El primer paso para saber cómo acabar con las relaciones tóxicas en el trabajo es saber identificarlas, tal y como explica Elisa Sánchez, psicóloga y coordinadora del grupo de salud laboral del Colegio de Psicólogos de Madrid. “Podemos identificar una situación tóxica cuando el sentimiento que tenemos en relación a ella es desagradable; sentimos ansiedad, frustración, impotencia, rabia, miedo; en ocasiones nos sentimos ninguneados, explotados, engañados, atacados, etc. Es decir, emociones desagradables y que nos gustaría evitar”, detalla. Esta experta en Recursos Humanos prefiere hablar de relaciones tóxicas más que de personas porque independientemente del contexto, la interacción con un mismo compañero de trabajo puede ser distinta.
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