Cuando hacemos un viaje con nuestra familia, pareja o amigos, lo último que queremos es estar pendiente del móvil por motivos laborales. Tampoco cuando nos tumbamos en el sofá del salón a leer un buen libro, cuando quedamos a tomar unas cañas o un café o cuando disfrutamos de una buena caminata por el campo. Cuando acabamos nuestro horario laboral o comienzan nuestras vacaciones, no queremos estar pendientes del trabajo. Pero ¿existe verdaderamente la desconexión?.
La desconexión no es exclusivamente un derecho del trabajador, para su único beneficio. Las organizaciones también se ven beneficiadas con un empleado motivado, descansado y preparado para rendir al 100%. En Cinco Días han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez. En esta charla, la psicóloga explica los peligros de no desconectar del trabajo en nuestro tiempo libre.
Existen numerosos casos de personas que han tenido que recurrir a la ayuda de psicólogos o psicoterapeutas al presentar síntomas de estrés o sobrecarga por trabajo incluso vacaciones. Así le ha pasado a la psicóloga Elisa Sánchez, socia directora de Idein, quien ha tratado a pacientes y a sus familiares, quienes a veces no entienden la situación del ejecutivo, y se sienten minusvalorados. ‘Las personas que lo quieren tener todo bajo control necesitan ayuda de un especialista que les ayude a priorizar sus objetivos e intereses en la vida. Las terapias de pareja y los divorcios aumentan tras las vacaciones, y quizás sea éste el motivo. Es imprescindible que las empresas sean conscientes de que todos necesitamos tiempo personal, familiar y social’, explica.
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