En esta vuelta al trabajo nos encontramos con una situación completamente diferente a la que vimos en septiembre de 2019. Además de la terrible situación sanitaria, estamos ante unos posibles modelos laborales que hace apenas un año sonaban a utópicos (o distópicos, según nos parezca). El teletrabajo ha llegado para quedarse. Las oficinas ya no son vistas como el único entorno laboral posible y la jornada mixta (parte de teletrabajo, parte de presencial) va cogiendo cada vez más fuerza. Todas estas opciones tienen sus puntos fuertes y sus puntos débiles.
En Vogue España han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez, para explicarnos los pros y los contras de cada una de las opciones laborales.
“No depende tanto del espacio físico, de si una oficina es más grande o más pequeña, sino sobre todo de las posibilidades de conciliación de cada uno”, comenta la psicóloga experta en salud laboral Elisa Sánchez.
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TRABAJO DESDE CASA
1. Facilita la conciliación. “Los trabajadores con personas a su cargo, hijos u otros familiares, pueden conciliar mejor cuando trabajan desde casa, aunque normalmente también supone una sobrecarga, especialmente para las mujeres –ya que son ellas quienes más desempeñan este papel–”, asegura la psicóloga Elisa Sánchez. En un entorno tan incierto y en el que no se sabe cómo se desarrollará la actividad escolar, la conciliación es la principal preocupación de quienes son padres.
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“Lo ideal sería que se tuviera en cuenta la opinión de los trabajadores, sus situaciones personales, sus miedos… Las empresas tienen que ser conscientes de la situación y de dónde están sus oficinas –si están en un lugar que obliga a un desplazamiento largo o se encuentran en una ciudad con un alto índice de contagio– y dar prioridad a circunstancias especiales”, opina Elisa Sánchez.
Puedes leer el artículo completo de Paloma Martínez Valera en Vogue España pinchando en este enlace.