Muchos de nosotros nos definimos como «adictos al trabajo». Socialmente está considerado como algo bueno. Ser «trabajador» o «trabajadora» es una cualidad muy buena. Y muchos de nosotros, somos trabajadores. No tenemos nada enfermizo asociado a ello. Es decir, nos definimos como «adictos», pero no lo somos. Pero hay una serie de factores que hacen que esa cualidad positiva pase a no serlo tanto. Curiosamente, suelen ser esos aspectos los que se potencian en las series y películas y los que muchos asumimos como necesarios y consideramos imprescindibles para triunfar en el ámbito laboral. Pero, si tenemos adicción al trabajo, ¿Es por culpa de la tele?
Para contestar esas y otras preguntas, en Mujer Hoy han entrevistado a la directora de Idein, Elisa Sánchez.
«La realidad, y es algo que reflejan algunas series, es que quienes tienen éxito son los que se centran en sus objetivos, tienen claras sus metas y dicen que no a lo que les aleja de ellas. No suelen ser personas sumisas, que obedecen a todo lo que les pide su jefe o sus clientes – explica Elisa Sánchez, psicóloga experta en salud laboral y directora de Idein-. Sin embargo, existe la cultura y la creencia de que un buen trabajador es el que hace muchas horas, está siempre disponible y prioriza el trabajo ante otros aspectos de su vida».
(…)»Efectivamente, uno de los principales problemas de productividad y de salud son las horas extra, que en ocasiones se asocian al presentismo. Hay trabajos en los que son imprescindible unas horas de permanencia en el puesto y hay momentos puntuales en los que es necesario realizar horas extra. Sin embargo, si el líder del equipo identifica los plazos y las capacidades de cada persona para distribuir el trabajo de forma adecuada y equitativa, los trabajadores no tendrían que hacer frecuentemente horas extras», advierte Sánchez.
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