La difícil situación sanitaria creada por la Pandemia de la Covid-19 afecta también a nuestra situación laboral. Tener la cabeza a 50 cosas hace que nos cueste más concentrarnos en el día a día de nuestro trabajo. Esto puede añadirnos más presión y hacer las cosas un poco más difíciles
Para profundizar en este tema, en SModa han entrevistado a nuestra directora, Elisa Sánchez.
“La concentración en gran medida depende de la atención” explica Elisa Sánchez, psicóloga experta en salud laboral. “El cerebro no puede fijar la atención en muchas cosas a la vez ni mantener esa concentración de forma indefinida o muy prolongada”. Lo que ocurre en un contexto como el actual, muy marcado por la incertidumbre, es que “si mi atención no está aquí porque está anticipando las diferentes posibilidades que se pueden plantear de cara a este curso, a una futura reunión que tenemos planificada, etc. se van a ver mermados los recursos o capacidades mentales que tengo para centrarme en esa tarea”.
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Sánchez, que presta ayuda a organizaciones y empresas en el área de salud y bienestar laboral, señala también otro factor: el enorme volumen de distractores a los que estamos sometidos. “El teletrabajo y las nuevas formas de comunicación que utilizamos, que suelen ser síncronas, es decir, grupos de WhatsApp, reuniones virtuales, etc… son situaciones que demandan nuestra atención en el mismo momento. Y esos distractores nos quitan mucha atención”, explica la psicóloga. “Lo más probable es que antes, si yo tenía una reunión presencial, podía echar un vistazo al móvil, pero no estaba delante del ordenador continuamente con todos estos distractores”.
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Planifica el día de forma realista. Lo ideal, según Sánchez, es hacerse un horario semanal y otro diario e intentar mantenerlo a pesar de las circunstancias de teletrabajo. Además, es muy importante que esa planificación sea realista: “Es decir, ver qué tareas tengo que hacer esta semana, qué tareas tengo que hacer hoy y cuáles son las imprescindibles. Priorizar cuáles son las esenciales del día –tres tareas, por ejemplo, estaría bien– y acometerlas antes de una hora por si luego surgen imprevistos”, recuerda la psicóloga. En este sentido también hay que saber negarse a peticiones de compañeros o jefes. “A veces nos cuesta mucho decir que no y si tenemos planificado el día es más fácil”.
Puedes leer el artículo completo de María Sánchez en S Moda pinchando en este enlace.